Nuestro Programa de Intercambio de Alumnado con Gymnasium am Stoppenberg de Essen (Alemania) cumple su décimo aniversario.

Después del parón que supuso la pandemia, el Programa de Intercambio de Alumnado entre nuestro Centro y el «Gymnasium am Stoppenberg» de Essen (Alemania) vuelve a celebrarse y en esta ocasión cumple su décimo aniversario, pues lleva realizándose desde 2011, exceptuando los cursos de la pandemia. El objetivo de este programa es que sirva, por un lado, como experiencia vital de formación integral de aquellos que participan en el mismo y, por otro lado, que les ayude en profundizar en su aprendizaje en el idioma alemán. Además, también sirve para crear ese vínculo común que nos hace sentirnos a todos ciudadanos europeos.

Del 18 al 25 de octubre 10 alumnos alemanes (Hannah, Joana, Miguel, Elias, Yannick, Florenz, Joel, Elena, Emilio y Michael) acompañados de sus profesores (Elena Castro y Martin Forch) participaron en una intensa semana de convivencia con sus compañeros españoles (María Pañeda, María Hevia, Paz Lázaro, Amanda Calleja, Jorge Candanedo, Javi Alonso, Claudia Olivares, Paul de Villota, Sergio Menéndez y Hugo Cuesta) con quienes compartieron casa, comidas, excursiones, diversión, aprendizajes y muchos viajes.

Comenzando por una interesante visita al Pueblo de Asturias un poco pasada por agua y el fascinante descubrimiento de la Universidad Laboral y las vistas desde su torre. No podía faltar la visita al Museo de la Mina, pues nuestros amigos alemanes proceden de la Cuenca del Ruhr, comarca minera que fue reconvertida en los años 80 y con la que tenemos muchos puntos en común. El sábado fue un día realmente intenso con la visita a la Basílica y Cueva de Covadonga, subida a los Lagos, la cueva de Tito Bustillo y por último una visita interactiva con concurso en el Museo de la Sidra, donde aprendieron a escanciar y hasta a tocar la gaita y el tambor. El lunes fueron recibidos por la concejala de Educación Ángeles Fernández-Aluja  en el Ayuntamiento de Gijón y conocieron todas las especies marinas del Acuario para por la tarde realizar un tour guiado por nuestro estadio del Molinón. El penúltimo día tocó visitar Oviedo y la maravilla de iglesia prerrománica que es San Julián de los Prados, continuando con un divertido concurso para conocer mejor el Museo de Bellas Artes de la capital. No podían irse sin conocer la catedral, y cómo no, esa misma noche la tradicional cena de despedida en los toneles de Terrastur Poniente donde pudieron degustar las delicias de la gastronomía asturiana. El miércoles 25 tras un desayuno de chocolate con churros en Mayca tocó poner punto final a unos días de convivencia verdaderamente enriquecedora.

Como todos los años, se lo pasaron muy bien, pero si hay algo que destacar del Intercambio en esta ocasión, es el extraordinario buen ambiente que ha habido entre todo el alumnado y lo unidos que estaban y el cariño que se han cogido en esta última semana. Sin duda, esta buena relación es mérito de ellos mismos por un lado, pero también de la maravillosa atención y actitud de las familias de acogida, que han ayudado de manera fundamental al gran éxito de esta experiencia. En nombre del Colegio, muchas gracias a todos. Ahora  toca ponerse manos a la obra para devolverles la visita en Essen.